viernes, 20 de marzo de 2015

Arte y respirar son sinónimos.

Más vale cerveza en mano que cientos de versos volando.
O era al revés,... no lo recuerdo bien.
Yo sólo sé que no necesito nada que no sea arte,
que no me importa la vida siempre que haya poesía,
porque lo de ser poeta es un papel que nos queda grande.
Porque una canción podría salvarnos de la extinción.
Que somos humanos, pero depende.
Si te vendes por aplausos,
por un público,
te quiero, pero bien lejos.
Que menuda ofensa ésa,
donde dices ser algo que no eres.

Mira, déjalo, un cuadro
no es sólo un cuadro,
es un sentimiento que jamás te diría mirándote a los ojos.
El mismo que me produce cuando hablo del tacto,
del roce de dos corazas que se oxidaron.
Y eso, joder, eso es arte.
El arte de amar lo que haces porque lo sientes,
porque lo vives,
porque al fin y al cabo, yo no sería nada sin él.
Porque el mundo tampoco sería, y yo lo sé.
Y lo sabemos porque como humanos que somos,
no sólo follamos.
También plasmamos aquello que nos vacía
para llenarnos.
Y me quiero más cuando le tengo. A él.

Porque sé que de lo único que voy a estar enamorada
toda mi vida, es del arte.
Y me da igual si te vas, porque será otra excusa más
para darte la patada e irle a buscar,
que será el único que se quede más allá del día de mi muerte.
Y sinceramente, no es algo que me preocupe.
O sí, tal vez yerre y me desdiga de lo dicho,
pero no serás tú quien me muestre que la realidad
es mejor que la ficción.
Porque el planeta está lleno de actores y actrices
que dicen tener una vida de película
y sólo fingen para que alguien les muestre qué es el amor.

Amor es lo que hacemos por el arte,
por amor de odiarte,
por ser capaz de no largarme,
cuando las piernas flaquean
y en el congelador sólo queda pan.

Y en el salón estoy yo desnuda
intentando hacerme a mí,
recomponiéndome de todo lo que un día fui.
De algo que jamás seré,
y que posiblemente no será arte.
Pero yo me quedo,
y él me queda bien cuando lo llevo a todas partes
en una talla M que me aprieta el alma.
Donde no bailo sola,
pero todos nos sentimos solos.
Y mira, no me importa si escuece
porque luego sucede.
Sucede que enseñas lo que haces
y alguien lo siente,
lo siente como si lo hubiese sacado él mismo de su vientre.

Y por eso y mucho más
te necesito, Arte.


(Obra de Roberto López)